martes, 22 de noviembre de 2011

Ni un centímetro de mis sueños

Eso es justo lo que pienso que debemos de tener en mente cuando la adversidad se apodera de nuestras vidas. 


Ni un centimetro de retroceso, ni un centímetro de sufrimiento, ni un centímetro de desviación del camino que te hace fuerte desde la paz interior, que bien sabemos que debe ser el medidor central de nuestras vidas. 


La verdad es que la juventud de hoy, se ve en muchas ocasiones, en un profundo abismo de soledad, de desinterés y de la más absoluta tristeza; y pensarás que como lo sé, pues muy simpre porque yo soy uno de esos jóvenes sobre los que a menudo escribo en mi blog.




Yo siempre he dicho que " a lo bobili bobili" como diría mi madre, por cierto famosa en algunos sitios impropios, se nos pasa la vida, y la batalla que nos dan por todas partes a veces nos hace plantearnos; es el momento de dejarlo. 


Y esa era mi idea al entrar a la última reunión de colectivos los últimos días de la semana pasada, hasta que una correlación de afirmaciones, fueron inflando mis ganas de seguir hasta convertirla en un ciclón de positividad. Hay que sumar que no conozco otra forma de vida en la que el voluntariado no esté. 


Cuando te dedicas a poner tu vida en un cambio de perspectivas, te arriesgas a que otros jueguen cruelmente con tus sueños.


¿Cómo podremos trabajar sin ser objeto de los depredadores?


¿Son los depredadores aquellos que deberían de ser nuestros cuidadores?


¿A quién no le interesa que esta Red 2.0 salga adelante?




Sin duda, la Red 2.0, nos ayuda a ver las cosas desde un cobijo que no se tiene cuando uno está sólo en la mas absoluta de las "soledades"; pero ahora somos muchos, que lo sepa todo el mundo y no es el momento de retroceder " ni un centímetro".


Y ahí va la reflexión que me gustaría grabasen en su mente. Soñar es GRATIS, pero jugar con los sueños de los demás, debería de tener un precio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario